Redacción : ZOLIC

Las Zonas Económicas Especiales- ZEE- iniciaron en los años cincuenta en Irlanda y fue en la década de los 80 cuando recibieron un gran impulso luego que China decidió implementarlas y desde entonces han marcado un significativo aporte al desarrollo económico, social y en cuanto a generación de empleos en la diferentes regiones del mundo donde se han implementado.

Aunque no existe un censo, se considera que a nivel mundial existen más de 4, 300 Zonas Económicas Especiales- ZEE-.

Estados Unidos de Norteamérica, Malasia, Filipinas, Corea del Sur, República Dominicana, Costa Rica, Colombia y Sudáfrica, son países que le apostaron a esta figura y hoy en día tiene niveles de éxito importantes.

Una ZEE es un área geográficamente delimitada y sujeta a una distinta regulación  y administración respecto al país donde se ubica con el objetivo de atraer inversiones extranjeras o locales tiene como características los incentivos, es decir la reducción de aranceles, impuestos, beneficios fiscales  y opciones de atracciones de nuevas inversiones, la regulación es un punto importante también en esta figura, porque operan bajo una autoridad regulatoria  y  un marco regulatorio con estándares internacionales, garantizan la transparencia y permiten operaciones de tipo industrial, comercial y de servicios.

Nuestro país no es ajeno a la existencia de las ZEE, con el nombre de Zonas de Desarrollo Económico Especial Públicas- ZDEEP- en Guatemala desde el 2008 se inicio un camino por replicar figuras como la establecida localmente en la década de los 70, y conocida como la Zona Libre de Industria y Comercio Santo Tomás de Castilla- ZOLIC- un área extra aduanal definida  para operar contiguo al Puerto Santo Tomás de Castilla y que otorga incentivos fiscales a empresas e industrias que generan operaciones desde su recinto fiscal, consiguiendo a cambio importantes inversiones que se han traducido a lo largo de 48 años en generación de desarrollo y empleo.

El modelo de Zonas Económicas Especiales en nuestro país es conocido como ZDEEP, y hoy se tienen 4 listas para iniciar operaciones, cuatro más pendientes de contar con la autorización del ente fiscal para ser operadores aduaneros y otras cuatro que han iniciado su proceso de creación y autorización, y desde estos espacios se prevé la creación de cerca de 80 mil empleos entre directos e indirectos y se han consolidado  millonarias y significativas inversiones locales y extranjeras que son una respuesta a la certeza jurídica del modelo de zona libre.

Los esfuerzos para generar un desarrollo integral requieren de trabajar unidos  desde el Gobierno, sector privado, municipalidades y desde los entes encargados de la promoción de Guatemala como un país con certeza jurídica, pues este es un requisito indispensable para la consolidación y aterrizaje de nuevas y poderosas inversiones.

Recientemente el presidente Alejandro Giammatei, destacó en su intervención en el XIII Foro del Sector Privado de las Américas realizado previo a la 51 Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), “Con el programa Guatemala no se detiene, a cargo de instituciones públicas y privadas se realizan esfuerzos conjuntos con el fin de atraer empresarios de todo el mundo para que se instalen en Guatemala y generen desde aquí sus negocios”

Las ZDEEP, están destinadas a  transformar en corto y mediano plazo la atraccion de inversiones,  el incremento de exportaciones, la transferencia de nuevas tecnologías, el impulso de la economía local y obviamente un cambio estructural, es decir desarrollo social y muy importante la generación de calidad del empleo.

China, Malasia y Filipinas, son historias de éxito en la implementación de las Zonas Económicas Especiales,  a estos países les tomó  entre 5 y 10 años comenzar a reflejar impactos profundos.

Las ZDEEP que se impulsan en Guatemala se suman al aporte de las zonas francas que ya operan, aportando el desarrollo de capital humano, la creación de clústers industriales importantes y estratégicamente ubicados, el apoyo a instituciones público-privadas, las orientaciones a los gobiernos locales para que conviertan sus territorios municipales en atractivos para potenciales inversionistas que contribuyan a dar ese giro de transformación que demandan muchos territorios del país.