No se puede escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy

Abraham Lincoln

Frente al avance de la pandemia, lo mejor que podemos hacer es vacunarnos de responsabilidad. Cada vez surgen nuevas variantes y retos que nos hacen pensar que esto es un cuento de nunca acabar. La verdad es que dar una fecha exacta en la que reiniciaremos nuestras vidas resulta utópico.

El COVID-19 llegó para quedarse, aunque nos duela aceptarlo. No obstante, como bien se retrata en la cultura popular, aceptarlo es el primer paso para el cambio. Esto no significa que debamos relegarnos a la banca de los bateadores para ver nuestra vida pasar, ¡NO! Hay que adaptarnos, vacunados de responsabilidad.

Las vacunas han sido una controversia y tal parece que nos han puesto unos contra otros, cuando en realidad TODOS tenemos el mismo interés: cuidarnos por amor.

Se nos ha olvidado que nuestra mejor arma es ser responsables. Por ello, dejando las soluciones farmacéuticas de lado, la responsabilidad es la forma más adecuada de atacar el virus. Definir este valor puede resultar en profundas discusiones filosóficas, más la mejor manera de resumirlo es con la famosa frase «porque me quiero te cuido»; en otras palabras, soy responsable porque me importas. Una persona no puede hacerle frente a la pandemia por su cuenta, necesitamos unirnos para atacar juntos.

Podemos ser responsables de muchas formas, por ejemplo, respetando nuestro espacio de trabajo en la oficina, desinfectando mis pertenencias tanto por mí como por los que me rodean, utilizando la mascarilla, comunicando si presento algún síntoma o si estuve en contacto con alguien que resultó positivo, vacunándome con libre albedrío, leyendo antes de compartir una noticia que pueda sembrar el pánico, informándome y compartiendo mis conocimientos, etc. A ti, ¿qué más se te ocurre?

Yo soy responsable cuando… (completa la frase y repítela tres veces).

¡Vacunémonos de responsabilidad porque juntos nadie nos detiene!

Por: María Elena Quezada | Psicóloga